CALMA, DOLOR Y ERUDICCIÓN

CALMA, DOLOR Y ERUDICCIÓN
Paloma Aguirre

domingo, 4 de septiembre de 2011

VELAS



Qué larga es la espera de los días futuros:
Por cada uno de ellos se alza una vela encendida
Y esta que brilla más quiere morder el caprichoso afán
De quienes no quieren morir en un páramo infértil
Y cuando se cumpla ese ardiente anhelo, Instante puro,
Será recuerdo del pasado inmutable:
Por cada día lejano una vela se apagará sin dilación
Y de manera afligida miraré hacia atrás la vela derretida.
Pero advertiré de otra luz encendida  prodigiosamente,
Es la llama de los deseos que con el tiempo se renueva
Nutriendo al Presente del secreto de la vida y su destino.
Hay quienes se encuentran en la obscuridad más completa
Porque no sueñan en los signos que dan sentido a la existencia.

(Paloma Aguirre)

jueves, 1 de septiembre de 2011

EXPRESIONISMO


KIRCHNER

ABRIENDO PUENTES



















En 1905 cuatro jóvenes estudiantes universitarios, residentes en la ciudad alemana de Dresde se reúnen con cierta frecuencia en la habitación alquilada que posee uno de ellos. Lo hacen para tratar de arte y de estética, para leer textos de poetas como Rimbaud y Verlaine y, en definitiva, para compartir aficiones y debatir puntos de vista sobre la pintura. Hacia el mes de junio de ese mismo año deciden dar un nombre al grupo que han formado. Tras varias dudas, optan por Die Brücke, "El Puente", con lo que, a fin de cuentas, cumplen un doble objetivo. Por un lado, rinden homenaje a la tradición alemana que representan artistas como Alberto Durero o Mathias Grünewald; por otro, hacen lo mismo respecto al escritor Nietzsche, quien en una de sus obras emplea ese término de puentepara identificar la que consideraba la verdadera grandeza del ser humano.

E. L.  Kirchner: "Autorretrato como soldado" (1905). Oberlin, EE.UU.

En fin, estos cuatro jóvenes, a los que más adelante se unirían algunos otros, acababan de crear de esa manera tan informal uno de los dos grupos más importantes del expresionismo pictórico (el otro sería "El jinete azul"). Una idea bien propia de algunas de las vanguardias artísticas de comienzos del siglo XX: dar origen a un colectivo en base al hecho de compartir ciertos postulados comunes.

E. L. Kirchner: "Mujer sentada" (1910). Minneapolis, EE.UU.

El anfitrión del grupo (que luego acabaría celebrando sus reuniones en otros lugares) se llamabaErnst Ludwig Kirchner (1880-1938) y había acudido a Dresde desde su Baviera natal para cursar estudios de arquitectura. Sin embargo, y aunque acabó obteniendo la titulación universitaria, su compromiso con el arte fue desde entonces prácticamente definitivo. Así, en los años anteriores al comienzo de la Primera Guerra Mundial encontramos a los miembros de El Puente participando en algunas exposiciones colectivas, a las que también acude, ¡cómo no! nuestro pintor. Además de un común interés por la xilografía, el objetivo de todos ellos es entonces tomar contacto directo con la naturaleza y trabajar, sobre estefondo, la figura humana, preferentemente a través del desnudo. Desde luego, recurren a lo que ahora consideramos característico del expresionismo: el empleo de colores violentos y el relativo desprecio por las formas y el dibujo, rehuyendo de todo academicismo.

E. L. Kirchner: "Bañistas en Moritzburg" (1909-1926). Londres.

En 1911 encontramos a Kirchner en Berlín, adonde han acudido también otros miembros del colectivo. Nuestro pintor crea allí una escuela privada de pintura, tratando de difundir el nuevo estilo, pero la cierra poco después en medio de un absoluto fracaso. Pero para ese momento los tiempos parecen acelerarse: en 1913, El Puente ya se ha diluido como grupo pictórico y cada uno de sus miembros busca la manera de definir un estilo personal. Esa breve pero intensa trayectoria del grupo la dejaría Kirchner recogida algo después en una Crónica de aquellos años iniciáticos, aunque muchas de sus reflexiones no fuesen compartidas por sus antiguos compañeros.